El sol es la mayor fuente natural de infrarrojos.
Ya los antiguos sabían que su luz tenía un efecto curativo y hasta hoy la radiación infrarroja se utiliza en medicina y también en bienestar.
La luz roja crea una reacción de calor en el tejido y aumenta así la circulación sanguínea.
Por eso la luz infrarroja se utiliza a menudo para aliviar el dolor, sobre todo el crónico.
Pero no sólo se pueden tratar con ella los cuadros de dolor, sino también:
-> Reumatismo
-> Artritis
-> Oído medio, sinusitis o sinusitis paranasal
-> Asma, bronquitis
Pero la radiación infrarroja también puede tener un efecto preventivo sobre nuestro sistema inmunitario, metabolismo y sistema circulatorio:
Como puede ver, pasar mucho tiempo al sol fortalece nuestro cuerpo en todos los sentidos. La luz infrarroja puede influir significativamente en los procesos de curación y ayudarle a usted y a su cuerpo a sentirse mejor.
No obstante, debe aclarar individualmente si el calor es útil para usted.